13 consejos para salir de la pornografía

From MarAdentro

Fuente: Libro La trampa del sexo digital de Jorge Gutiérrez Berlinches

Esta relación podría ser mucho más larga y también más breve, depende de lo que queramos abordar. He elegido algunos consejos sencillos para afrontar cada día o para los momentos previos de la pulsión. Muchos de ellos los sugerimos a las personas que acuden a pedir ayuda online, y estamos convencidos de su utilidad:

  1. Localiza situaciones, objetos, lugares o personas que activan el deseo de consumir contenido pornográfico. Trata de averiguar qué patrones se repiten en los momentos de recaída. Todo esto te ayudará a estar más atento en próximas ocasiones, incluso a sustituir hábitos.
  2. Si has visto pornografía, aprovecha la oportunidad y hazte alguna pregunta: ¿qué ha pasado antes de consumirla? ¿En qué pensaba? ¿Qué sentía? ¿Me pasa cuando sucede algo relacionado conmigo, con otras personas, con problemas de otro tipo, con dificultades en el trabajo o la familia? ¿Para qué la consumo?
  3. Piensa en si te sientes triste, aburrido, solo o angustiado cuando ves porno. A veces el consumo se realiza de manera inconsciente a modo de recompensa para tapar otras emociones. Si detectas alguna emoción previa, trata de identificar por qué te sientes así y no dejes que esa emoción te lleve como una ola: focaliza tu atención en otra cosa o actividad que te permita salir de ese estado emocional negativo.
  4. Dedica tiempo a diario para fomentar las relaciones sociales, quedar con amigos, hacer llamadas de teléfono... leer un libro que sea de interés, escuchar música y, sobre todo, hacer deporte. Si no te gusta practicar ejercicio puedes optar por hacer a diario movimientos en casa, en cualquier lugar, que no sean muy fatigosos.
  5. Organiza cada mañana una agenda o una lista de las cosas que harás; programa tu día, no te dejes llevar: conduce tu coche, lleva tú el volante de tu vida. Cultiva aficiones, come de forma saludable y duerme al menos siete horas cada jornada. Ocupa tu tiempo, llena el día.
  6. Activa algún tipo de filtro en los dispositivos que utilices habitualmente (ordenador, móvil, televisión) y elimina todo el material pornográfico que tengas almacenado.
  7. Sitúa tu ordenador o móvil en un lugar abierto y visible de tu casa o del trabajo. La pornografía es amiga de la soledad; por tanto, busca espacios comunes, no encerrados.
  8. Reordena tu visión acerca de las personas y de una sexualidad saludable. Haz el ejercicio de mirar a otras personas y descubrir aquellas cosas que te gustan de ellas. La imaginación se ve afectada tras un consumo excesivo de pornografía; pelea por trabajar la idea de sexualidad sana.
  9. Retrasa cinco minutos cualquier deseo que tengas, ya sea comer un dulce, jugar a la Play, o como es lógico, ver pornografía... Y cuando tengas controlados cinco minutos a los deseos o impulsos añade un minuto más, a modo de reto. Esto te ayudará a entrenar tu voluntad y a ir tomando las riendas de tu vida.
  10. Infórmate de los efectos negativos del consumo de pornografía y sobre la oscuridad que acompaña a dicha industria. Todo el tiempo que inviertas en aprender acerca de lo que consumes, y que te está haciendo daño, es tiempo que inviertes en tu recuperación.
  11. Cuando la necesidad de consumir pornografía aparezca, acéptala sin tener que saciarla, acepta la incomodidad. El equilibrio no está en sentirse siempre satisfecho, feliz, pleno y en obtener siempre lo que queremos. El equilibrio está en asumir que la vida no es perfecta, que a veces uno siente carencias (hambre, sexualidad, frío, calor, amor...) aceptarlo y poder ser feliz en el presente, igualmente.
  12. Ten prevista alguna vía de escape cuando la conducta se activa (llamar a alguien, salir a la calle) y recordatorios que te lleven a valorar lo que realmente quieres (una fotografía de tu pareja o familia, un objeto que relaciones con algo positivo, etc.).
  13. Piensa cada noche en tres momentos del día que te hayan gustado. No tienen por qué ser grandes cosas. Tal vez un buen desayuno, una conversación con un familiar, un momento agradable con los compañeros de trabajo... Este hábito ayuda a tener presentes las cosas gratificantes que tienes en la vida, lejos de la espiral de la pornografía.